Los atentados terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos crearon tensiones entre la población mayoritaria y los grupos minoritarios musulmanes en Canadá. El discurso de los medios de comunicación canadienses desempeñó un papel importante en la construcción de imágenes negativas de los musulmanes como demonios populares y alimentó la situación de pánico moral en la sociedad canadiense. El incidente del 11 de septiembre generó una cultura del miedo y un sentimiento de alienación entre los grupos minoritarios musulmanes de Canadá. Este estudio no afirma que los musulmanes no estén implicados en ningún acto terrorista en el mundo, pero insiste en que un puñado de personas malas no puede representar a todo el mundo musulmán. Los medios de comunicación presentan a los musulmanes canadienses como una amenaza potencial para las normas y valores de la sociedad canadiense, basándose en sus similitudes raciales y religiosas con los que perpetraron los atentados terroristas del 11 de septiembre en Estados Unidos. Poco después del 11-S se observaron en la sociedad canadiense tendencias crecientes de racismo, estereotipos de los musulmanes, delitos de odio por motivos religiosos, discriminación por razón de sexo e islamofobia.
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