La recolección de café es una actividad ardua que se realiza en Colombia en forma manual, selectiva, similar a como se hacía hace más de 170 años cuando se establecieron las primeras plantaciones con fines de exportación. El cambio más notorio que ha ocurrido ha sido el reemplazo del canasto de bejuco por el de plástico, conservando, en general, los métodos utilizados para recolectar los frutos. En Colombia y en el resto de países productores de café del mundo, una de las principales prioridades ha sido disminuir los costos de producción y al ser la recolección la actividad con mayor participación en los costos de producción de café (entre el 35 y 45% de los costos totales de producción), cualquier esfuerzo para reducir su costo incide notoriamente de manera positiva en la economía del caficultor. Las validaciones en capo han permitido observar que con el uso de la Manga Cenicafé para la cosecha de café se mejoran los indicadores de la recolección, en relación con el sistema de recolección manual tradicional y se logra aceptación por parte de los recolectores debido a las ventajas que acarrean las tecnologías.