Criminalizar la manifestación de ideas reprime la expresión de los derechos y niega el proceso democratizador en México. Por lo que el Estado debe reconocer e integrar la pluralidad de ideas y evitar reprimir las ideas opuestas, con mayor razón si esa represión se traduce en uso de la fuerza o criminalización. La creación de tipos penales condena a la sociedad mexicana a un Estado de Policia. Esta es una investigación jurídica teórico-analítica de la tendencia nacional a criminalizar el ejercicio a la libre manifestación de las ideas, positivada en normas tales como la Ley Atenco, la Ley Garrote y la Ley Bala, que no distan de las que regían durante la dictadura porfirista o la década de 1960-1970; en contraposición al reconocimiento de los Derechos Humanos Fundamentales y la política criminal de derecho penal mínimo, mediante la cual sólo las conductas verdaderamente lesivas para la sociedad deben ser castigadas.