El paisaje es un concepto que ha tenido su propia historia en distintas regiones y por ende, la apropiación y percepción del mismo suele ser desde visiones diferentes. En países europeos poseen un convenio que obliga a los Estados Parte a la conservación, preservación e identificación de sus paisajes (Convención Europea del paisaje, 2000) debido no sólo a la importancia ambiental, ecológica o geológica sino también por su importancia social, cultural, histórica, económica y la belleza que proyectan. No obstante, América Latina también ha puesto gran interés, primero, en la identificación de sus paisajes estando conscientes de la importancia cultural que los mismos poseen y proyectan, para encontrar la mejor forma de conservarlos (LALI, 2012) debido a que esta región, además de un territorio que no es heterogéneo, su cultura, su sociedad y su historia son diferentes, por ende, "es de especial significado... reconocer el vínculo emocional que las comunidades establecen con su territorio" (Skewes, et.al., 2014, p. 652), de aquí la importancia de la historia y la cultura en el paisaje.