La importancia de desarrollar la cultura económica y penetrar más a fondo en el conocimiento de la economía es reconocida por Osvaldo Martínez (1996), quien señala la necesidad de que en las condiciones actuales se alcance madurez y sabiduría en materia económica. Se necesita una cultura económica que entrelace la economía, la política y la ética en un eje que haga girar la acción humana hacia un mundo económicamente sustentable, solidario y verdaderamente humano, donde todos tengan acceso a las riquezas producidas por todos, sin excluidos, para ello es imprescindible fomentar los conocimientos económicos, ampliar la cultura de las masas y forjar conciencia económica, la vía para alcanzar esta meta no es otra que la educación en su sentido más amplio.