Como transnacional,la lógica globalizadora de Wal-Mart cruza las fronteras de Estados Unidos, como país central y como clase dominante se impone en el plano económico y laboral, tratando de reproducir esa dominación y de hegemonizar el campo cultural aplicando la llamada Cultura Wal-Mart . Generando escenarios oscilantes entre la ética del protestantismo y la ética de la omisión, la transnacional Wal-Mart México maneja de manera notoria, valores como el individualismo y la competencia entre los trabajadores de sistemas telemáticos. Y en contrapuesta el principio de la solidaridad, es fulminado, ante la inexistencia de una organización sindical real con el establecimiento de los contratos colectivos de protección empresarial (CCPE. Sin embargo ante la 'walmartización' del mercado y de los diversos mundos de vida, diversos sujetos colectivos: trabajadores del corporativo, pequeño comercio y grupos de la sociedad civil, comienzan a manifestarse, a simular como forma de resistencia, a reflexionar, a conquistar espacios, a retar públicamente y a organizarse.