Esta obra se centra en el principio fundamental de Independencia Judicial como piedra angular para garantizar el respeto irrestricto a los derechos humanos, el equilibrio en el ejercicio de atribuciones constitucionales ente los entes estatales en sus diversos niveles de gobierno y la defensa de la Constitución Federal a través de control concentrado de la Constitución y del control de convencionalidad derivado de los tratados internacionales ratificados por México y su defensa a través de mecanismos internacionales como la Corte Iberoamericana de Derechos Humanos y el Alto Comisionado de la ONU para la Independencia de la Judicatura.