México ha sido un país en el que la transición a la democracia ha pasado por un muy largo y tortuoso periodo, sin haber llegado aun a completarse, pues los consensos necesarios para su finiquitación, no se han dado. Los actores políticos del régimen autoritario siguen teniendo fuerza política como para impedir que dicha transición se culmine. La liberalización política ha ocurrido en medio de pasos inciertos que unas veces avanzan y otras retroceden sin que las amarras institucionales del autoritarismo lleguen finalmente a soltarse. Los ciudadanos en México han propugnado por largas décadas para que el Estado de Derecho llegue a imperar, sin que esto haya sido posible del todo y permanentemente se presentan casos de impunidad, de corrupción,que no son casos aislados, sino constantes en la vulneración de derechos, de tal manera que el sistema político sigue dando cobijo a ese tipo de prácticas políticas. Los derechos ciudadanos y las organizaciones que los defienden y propician han ido avanzando en cuanto a presencia y capacidad de movilización por lo que el proceso de transición a la democracia continua vigente.