Este libro muestra, mediante un análisis de la situación económica de Cuba y la serie de reformas estructurales aprobadas e implementadas a partir de finales de los años noventa del siglo XX y los primeros quince años del siglo XXI, el origen y tránsito hacia una reinserción al capitalismo en una etapa de rápida globalización. Cuba inició un nuevo camino -con lentitud, ambigüedades y vaivenes políticos- hacia el capitalismo a través de reformas fiscales, monetarias y financieras conformando un sistema financiero dirigido por el banco central, y por medio del otorgamiento de microcréditos, el impulso a la creación de cooperativas y al trabajo por cuenta propia. El impacto en los sectores productivos ha mostrado su fragilidad; la economía cubana aún no remonta su condición primario-exportadora combinada con una fuerte presencia del sector terciario. Las reformas estructurales orientadas a reducir el déficit presupuestal, aumentar la inversión extranjera en los diferentes sectores económicos, incorporar el uso de nuevas tecnologías y evitar la proliferación de la pobreza suscitan incertidumbre para la población cubana y los posibles inversionistas internacionales.