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Un profeta es una persona que ve y oye lo que Dios quiere pasar y dice exactamente lo que vio, oyó o ambas cosas sin interpretar o alterar ningún aspecto de ello. Esto significa que, un profeta habla, predica, enseña y predice la mente de Dios La capacidad profética es lo que transforma a un hombre mortal en un profeta. Habilidades tales como, tener una visión de la mente de Dios, acceder a la información que Dios tiene que entregar a la humanidad en relación con el propósito o los eventos pasados, presentes o futuros. Es la habilidad de ver y decir precisamente lo que Dios quiere que se diga.Esta habilidad se llama un don, precisamente el don de la profecía. El don de la profecía es la capacidad de recibir y la capacidad de expandir la verdad de Dios. Este don precalifica a uno para operar en el oficio de profeta. Dios nos da estos dones espirituales en la conversión. Cuando nacemos físicamente, recibimos habilidades físicas (talentos), cuando nacemos espiritualmente; recibimos habilidades espirituales (Romanos 12:5-6). Sólo Dios puede llamar o nombrar a un profeta. Cuando Dios no te haya nombrado profeta ni te haya dado ningún mensaje, estarás profetizando presuntuosamente. Esto automáticamente te convierte en un falso profeta.