Existe desde el comienzo, una duplicación , un laberinto del doble Y de lo que se dobla o desdobla . Esa duplicación acontece porque las empresas que me retacearon la publicación de esta obra, me empujaron a que intentara por diversas vías la difusión de un libro que mutó en una obra paria, redactada por un exiliado, marrano o paria. Lo que acurre ya, convierte a este libro en una no obra y en un ariete que desarma, deshace, al libro. La obra multiplica y espolvorea su título como si se tratase de que no se extravíe algo del libro. La obra es una errante por los montes ; sin casa, sin propiedad, sin lugar, sin espacio, como su insignificante autor. Es un libro que es una obra que responde enteramente, a lo que podría denominarse mi firma o rúbrica, libro que se edita con la paginación con la que, tal cual lo dijera Julio Cortázar en torno a Rayuela , me gustaría re visitarlo, sin que eso sea una imposición para los im probables lectores. La obra se arriesga por la insurgencia, mas, el palimpsesto se inquieta con que si habrán de acabar en el odio, todas las rebeliones de mujeres y varones, a causa de que hombres somos y no podremos jamás alcanzar la maravillosa utopía.