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La España de Felipillo... Valió un Carajillo, es un libro que, no sólo habla de las monstruosidades cometidas por la revolución cubana; sino que suele desenmascarar a los comunistas españoles; muestra que ellos son las Yucas Podridas del escenario político internacional. Pues, solían decir que no querian saber nada de Franco porque era un dictador; sin embargo; suelen decir que Fidel Castro no es un dictador, sino un revolucionario. ¿Será por ello que la mayoria de los españoles dicen: que el mejor comunista es aquél que esta muerto? También nos dice cual es la mentalidad de los comunistas…mehr

Produktbeschreibung
La España de Felipillo... Valió un Carajillo, es un libro que, no sólo habla de las monstruosidades cometidas por la revolución cubana; sino que suele desenmascarar a los comunistas españoles; muestra que ellos son las Yucas Podridas del escenario político internacional. Pues, solían decir que no querian saber nada de Franco porque era un dictador; sin embargo; suelen decir que Fidel Castro no es un dictador, sino un revolucionario. ¿Será por ello que la mayoria de los españoles dicen: que el mejor comunista es aquél que esta muerto? También nos dice cual es la mentalidad de los comunistas españoles; como gozaron de un desenfrenado orgasmo espiritual sin límites cuando se enteraron como los bolchevilques rusos asesinaron en forma brutal y con un monstruoso barbarismo, después de haberlos vejado con las acciones más vulgares que recuerde la historia moderna, al ultimo Zar de Rusia y a su familia; entre ellos, a un niño de sólo 12 años de edad; el cual estaba enfermo de Leucemia. Conclusión: Los comunistas españoles prefieren rendirle Pleitesía a la bandera de la Oz y el Martillo; que brindarles Honores a la gloriosa Bandera de la España Católica. Pues, ellos no son españoles: son Internacionalistas..
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Autorenporträt
Desde muy nino, mi abuela materna me enseno como distinguir entre un Creyente y un Ateo. Solo tienes que contarle lo que le hicieron los revolucionarios franceses a la reina de Francia: Maria Antonieta. El ateo mostrara una expresion atiborrada de placer y deleite. El creyente: atiborrada de dolor y tristeza."