La fama póstuma de Hannah Arendt es natural porque abrió un nuevo capítulo en la filosofía política al arrojar nueva luz sobre la relación entre la vita activa y la vita comtemplativa. Como «Juzgar», la tercera parte de La vida de la mente, quedó sin escribir, no pocos han intentado hasta ahora exponer su pensamiento político de forma ingeniosa. He aquí otro intento teórico de redefinirlo en términos de 'estética política' y ¿cómo hacerlo correctamente? La disciplina de la estética puede caracterizarse por tres componentes distintos: un sentido estético, un método estético de pensamiento y un régimen estético, y sobre esta base señalo la conciencia, el pensamiento crítico socrático y el punto de Arquímedes arendtiano para su estética política. Pasando a trazar una tipología de la pluralidad humana consistente en HP-I, HP-II, HP-III, HP-IV y HP-V, llego a la conclusión de que aquellas personas políticamente insignificantes del HP-V pueden ser invitadas al HP-IV en nombre de la justicia social. Esto es probablemente lo que Hannah Arendt quiso decir cuando hizo un llamamiento a una nueva filosofía política y lo que su estética política puede ofrecernos hoy.
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