Cuando Max Martín intima con la trabajadora de un club nocturno de Bucarest, toda su vida comienza a pender de un hilo. La recalificación de suelo con la que pretendía pegar el pelotazo ha sido denegada. Su esposa ya no cree en sus mentiras. Y la inminente llegada de su jefa para desmantelar la oficina de Rumanía amenaza con destapar sus desfalcos a la empresa. Mientras, se refugia en las noches de catas de vino con su vecina Violeta y en su obsesión por Estana, la protagonista de su serie policíaca favorita. Max tendrá que recurrir a las cloacas del estado para salvar la situación, pero la policía rumana lo vigila muy de cerca.