Para el profesor resulta imprescindible el conocimiento de la estructura real del sistema de relaciones interpersonales en su clase, de donde podía elaborar estrategias educativas adecuadas tanto para la dinámica grupal como a la atención individual de sus alumnos o aulas. Los grupos son las unidades estructurales más pequeñas e inestables del sistema de enseñanza, donde se materializan los objetivos finales del proceso de enseñanza-aprendizaje y hacia las que se dirigen las estrategias educativas generales. El colectivo estudiantil posee una fuerza capaz de reorientar a los más difíciles, de ejercer la crítica fuerte a lo mal hecho, de estimular y hacer vivir la alegría ante el éxito y de generar nuevos motivos para alcanzar una meta. Muchas metas se alcanzan, sí y sólo sí, cuando pasan a ser motivos, intereses y responsabilidades de los propios alumnos, cuando estos sienten el sentido de pertenencia por su institución.