La fragilidad de todo esto
La fragilidad de todo esto
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Produktdetails
- Verlag: Círculo de Tiza
- Seitenzahl: 250
- Spanisch
- ISBN-13: 9788412482034
- ISBN-10: 8412482034
- Artikelnr.: 65362714
Oriol Nolis Curull (Barcelona, 1978). Periodista y escritor. Licenciado en Derecho y en Periodismo por la Universidad Pompeu Fabra. Ha trabajado en prensa, radio y televisión. La mayor parte de su carrera la ha desarrollado en TVE donde ha presentado el Telediario, El Debate de la 1, El Canal 24 Horas. Actualmente dirige RTVE Catalunya. Su primera novela, La extraña historia de Maurice Lyon, ambientada en el mundo del arte, fue publicada en 2015. Tras siete años de silencio narrativo ha vuelto para contar el dolor y la vida en "La fragilidad de todo esto". Sus refugios son el cine clásico y la literatura.
Lo más perturbador de ver morir a alguien no es el sufrimiento ni la tristeza ni la ausencia, sino asumir que todo lo que nos rodea puede derrumbarse en cualquier momento. Es entonces cuando se evaporan las certezas y desaparecen los anclajes, dejando al descubierto el espejismo en que vivíamos. Conduzco de manera mecánica, con la mirada fija en el siguiente cruce y bajo el efecto del lorazepam que me acabo de tomar, cuando reparo en esas manidas frases sobre la necesidad de aprovechar el presente. Obviedades repetidas en calendarios, tarjetas, libros de autoayuda o refraneros populares que hasta ahora había tenido la suerte o la desgracia de ignorar. Creo recordar que incluso había un carpe diem pintado con espray en la fachada junto a mi casa. Subido en la moto el aire neutraliza las lágrimas antes de que lleguen a rodar por la mejilla. Aprovecho el primer semáforo para sonarme la nariz y ponerme las gafas de sol. Ojalá no me reconozca nadie. Parezco un despojo, aunque haya hecho todo lo posible por arreglarme. La presencia ayuda a tener entereza. Pantalón chino y camisa azul celeste, como a ti te habría gustado.
Lo más perturbador de ver morir a alguien no es el sufrimiento ni la tristeza ni la ausencia, sino asumir que todo lo que nos rodea puede derrumbarse en cualquier momento. Es entonces cuando se evaporan las certezas y desaparecen los anclajes, dejando al descubierto el espejismo en que vivíamos. Conduzco de manera mecánica, con la mirada fija en el siguiente cruce y bajo el efecto del lorazepam que me acabo de tomar, cuando reparo en esas manidas frases sobre la necesidad de aprovechar el presente. Obviedades repetidas en calendarios, tarjetas, libros de autoayuda o refraneros populares que hasta ahora había tenido la suerte o la desgracia de ignorar. Creo recordar que incluso había un carpe diem pintado con espray en la fachada junto a mi casa. Subido en la moto el aire neutraliza las lágrimas antes de que lleguen a rodar por la mejilla. Aprovecho el primer semáforo para sonarme la nariz y ponerme las gafas de sol. Ojalá no me reconozca nadie. Parezco un despojo, aunque haya hecho todo lo posible por arreglarme. La presencia ayuda a tener entereza. Pantalón chino y camisa azul celeste, como a ti te habría gustado.