Cada vez más, alcanzar las ambiciosas metas que se proponen las organizaciones requiere de mayores esfuerzos. El quantum de energía necesaria excede la dotación disponible. La búsqueda de energías renovables no es un mérito ecológico sino un imperativo de la escasez. ¿Aplica esto que afirmamos a los recursos humanos? ¿Habrá escasez de talentos en el futuro? ¿Deberemos prepararnos para la contingencia? Este escenario desafía al típico "administrador" que administra pasivamente los recursos. Habrá que gestionar a las personas más que "administrarlas" Para cumplir con este imperativo se le pedirá al gerente de recursos humanos que logre una síntesis de la naturaleza del negocio; a grandes rasgos: ¿en qué mercado opera la organización, a qué clientes apunta?, qué necesidades de los clientes pretende satisfacer?, qué clase de productos ofrece?, qué propiedades esenciales tienen estos productos?, etc; de modo que pueda adecuadamente atraer, seleccionar, motivar, retener y fidelizar a los talentos humanos necesarios para cumplir con la visión.