Los directivos de las instituciones de educación superior deben tener en claro que, la educación es considerada como uno de los pilares fundamentales para el desarrollo de toda sociedad; por lo que, los directivos no solo deben tener capacidades pedagógicas y administrativas, también con liderazgo y comunicación asertiva, deben constituir acciones orientadas a la consecución de objetivos y propósitos de la entidad. Redireccionando estrategias de mejoramiento para el alcance de las metas en concordancia con la misión, visión y el horizonte institucional; fomentando un trabajo colectivo, unificado y valuando las capacidades de todos los que laboran, y de esa manera se logrará la satisfacción en sus quehaceres y la transformación significativa de la institución de educación superior de cara a las necesidades problemas y educativos.