Para los colombianos de mi generación la historia que Simón Uribe y Nicolás Cárdenas analizan forma parte de la memoria colectiva. El enfrentamiento entre las familias Cárdenas y Valdeblánquez trascendió los límites locales y durante mucho tiempo ocupó a la prensa de difusión nacional. El conflicto y la coyuntura en que se insertó fueron noticia, pero lo que la noticia no logró fue develar la estructura sobre la cual la confrontación se tejió y dinamizó, la lógica que le dio sentido y que, en su propia efervescencia, transformó a la estructura. Como los autores bien lo señalan en su texto, era necesario considerar el conflicto como el resultado de la confluencia de causas estructurales y coyunturales. , pero además, tener en cuenta que estructura y coyuntura no son esferas aisladas sino que se encuentran en constante juego, modificándose y adaptándose mutuamente y de forma permanente . Sobre esa base, el problema alrededor del cual se estructura el análisis de este libro es el dela tensión entre los factores estructurantes del conflicto y la dinámica que se generó y que introdujo sensibles transformaciones en la estructura. Marta Herrera Ángel, Universidad de los Andes