Para un intelectual común de la Europa del siglo XIX, el continente americano era casi desconocido. La mayoria de los estudios teoricos existentes poseen poca calidad historica, cayendo incluso en la narración mitológica. Aunque los marxistas eran personas interlectualmente muy capaces, no constituyen una excepción. Sus obras son claro reflejo de ello. Sus análisis sobre América carecen de la profundidad teórica que los fundadores del marxismo demostraton en sus trabajos sobre la realidad europea. Este libro es un esfuerzo por determinar lo que pudo haber sucedido, filosóficamente hablando, para que autores tan capaces no hayan podido ver la naturaleza especifica de las sociedades americanas, intentando esclarecer las causas de este desfasamiento. Se trata, en suma, de examinar los obstaculos y las razones para que tanto Marx como Engels no pudieran explicar lo que ya habian analizado con precisión en la naturaleza de las sociedades europeas.