Entre las fiestas religiosas cristianas destacan el Nacimiento y la Muerte de Jesucristo. En tan solemnes ocasiones, verdaderamente la imaginación del pueblo se desborda, dando lugar a actos singulares entre los que destacan las procesiones. Es por ello, que el presente trabajo nos aproxima al origen de tan particular representación arrojando la mayor cantidad de luz posible sobre dicho objeto de estudio, abarcando desde los orígenes del cristianismo hasta el Concilio de Trento, cuando liturgia y arte queden al servicio de la fe católica. Tarea no poco complicada por la escasez de fuentes de las que se dispone, pero al mismo tiempo no menos apasionante. El tema de las procesiones como expresión de religiosidad popular ha acaparado, y sigue haciéndolo, especial atención entre los historiadores del arte, de las mentalidades, de los antropólogos, así como teólogos y liturgistas.