Este libro no fue nada fácil para mí, lo escribí desgranando los días de un año tormentoso, en el que me vi impelido a repensar mi existencia y a retomar mi destino. El lector tiene en sus manos una gran diversidad de textos, y en muchos de ellos podrá ver contemplada su propia imagen. La experiencia vital que aquí descubro no es ajena a la de los otros: al final somos una misma humanidad a la que atenazan idénticas pasiones, y en ese amplio espectro de posibilidades se palpa en profundidad, o a flor de piel, la existencia, que es única y múltiple a la vez. Tú y yo reconociéndonos como seres iguales y distintos. ¡Todo un portento al que llamamos vida!