La sola mención del nombre de Salvador Dalí suele suscitar un espontáneo interés en buena parte del público, no únicamente por su brillante producción artística, sino también por todo el cúmulo de excentricidades que se asocian a su personalidad. He dado en llamar a este trabajo: La infausta agonía de ser Salvador, precisamente por una circunstancia biográfica que sintetiza, tanto el brillante triunfo universal de un extraordinario artista, como también el trágico destino de un hombre, que asumiéndose redentor de las causas más elevadas, terminó postrado al final de su vida en la más sombría de las soledades. Desentrañar con el empleo de la teoría psicoanalítica el modo en que se consumó la personalidad del autodenominado "Divino Dalí" hasta la edad de veinticinco años, período en que conoció a Gala -mujer que habría de convertirse en su esposa, cómplice y musa-, es el objetivo del presente estudio. Confío que el lector atento hallará en estas páginas, además de las vicisitudes biográficas del artista catalán, algunos destellos de los avatares de su propia existencia.