El fin último del proceso penal es determinar la responsabilidad de las personas frente a la existencia de una conducta criminal, realizado a través de un debate en el juicio, en donde los sujetos procesales tienen la oportunidad de presentar y controvertir las pruebas que allí se ventilan por parte del ente acusador del Estado y la defensa. Las pruebas que allí se debaten, no son el producto de la imaginación o el mero querer de los sujetos procesales, sino que corresponden al producto final de un proceso metodológico y sistemático de obtención y manejo de información hallada en evidencias y elementos materiales probatorios, como resultado de un trabajo científico de hallazgo, recolección, análisis e interpretación. Quienes realizan el trabajo de obtención y manejo de evidencias y elementos materiales probatorios, son personas con capacidades y conocimientos que les permite a través de actividades de investigación criminológica, criminalística y criminal, desarrollar una actividad científica que los hace ser competentes para tales propósitos.