En el presente libro hablaremos de dos de las misiones que tuvo la Compañía de Jesús en Asia y América, que al igual que demás, contaron con lo necesario para su sostenimiento tanto material como espiritual. Recordemos que los jesuitas aprovecharon al máximo las bondades tanto climáticas como naturales para que sus misiones prosperaran, enseñándoles todo lo necesario a sus habitantes para que pudieran ser autosuficientes y les ayudaran en las labores que se fueran ocupando. Y como constancia de lo anterior, dejaron por escrito las cartas edificantes, que se pueden considerar como informes en donde se da cuenta todos los elementos que conformaban esos lugares, entre ellos el clima, la flora, la fauna, la gente. De ello, los misioneros jesuitas echaron mano de sus conocimientos en botánica, geografía, cartografía, lingüística, etnografía, zoología, astronomía, etc.