Hay historias que se cuentan mejor desde el offside. Hay lugares por los que Dios no pasa muy a menudo. Hay tristes héroes cotidianos. Hay aullidos en las calles. Hay fútbol y melancolía. Hay milagros en las autopistas y demonios en los corredores. Hay tempestades que desatan fantasmas. Los relatos de "La Luna se Vuelve Eléctrica" son fotogramas del fracaso; un intento de plasmar estéticamente una poética de la derrota. No sé si eso será posible, pero valdría la pena intentarlo.