La actual revolución 2.0 está cambiando la forma de adquirir información. La Generación Y está en primera línea. Las empresas se dirigen a este grupo objetivo como consumidores y se enfrentan a nuevos retos a la hora de contratarlos. El concepto de employer branding ha permitido a estas empresas desarrollar un esfuerzo diferente para atraer a estos nuevos talentos con expectativas divergentes. Este esfuerzo se ve intensificado por la transparencia que se ha convertido en algo esencial y por las redes de las que disponen los jóvenes antes incluso de empezar a trabajar. El objetivo de esta tesis es comprobar si la nueva oferta de estas empresas hacia beneficios más emocionales responde a las expectativas de los candidatos de la generación Y. Para ello, se han realizado entrevistas cualitativas a algunas de las empresas más avanzadas en el proceso de employer branding, así como un estudio cuantitativo a más de 200 jóvenes que se enfrentan directamente a este nuevo tipo de contratación.
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