El Darrig Lejano había sido influenciado por la magia negra sin haber sido consciente de ello y sin poder controlar su cuerpo, su mente y sus actos. El hecho de ser benévolo le aportaba paz, tranquilidad y felicidad a si mismo. El hecho de ser malévolo tan solo le atraía los problemas, alejaba a la persona que lo apreciaba y destruía su felicidad. ¿Cómo podría ser que los poderes mágicos y a la vez malignos de un espíritu maligno del mar tenía influencias sobre la tierra firme en las cuales sus aguas saladas no tenían la menor cabida? Eso fue tan desconcertante y a la vez intrigante.