El mundo vive el desconcierto con lo acontecido entre Rusia-Ucrania y el conflicto Árabe-Israelí; el primero, que tiene su origen hace más de 30 años cuando en 1991 se disuelve la Unión Soviética y sus territorios se convierten en repúblicas independientes. La tensión aumentó cuando Rusia reconoció la independencia de Donetsk y Lugansk, situadas en la zona conocida como el Donbass, que es una de las claves del conflicto, porque allí hay una guerra civil latente en enfrentamientos permanentes, entre ucranianos y prorrusos.