Pensando en la cultura de mañana, quizá sea el momento de generar otras formas de hacer, no contemplativas, en donde la acción se centre en los procesos de construcción de cultura a partir de experiencias colaborativas, y en donde la materialización de la misma, se lleve a cabo en clave de co-creación; alterando la base de los sistemas tradicionales marcados por estructuras jerárquicas y códigos de autorías. Esto podría suponer ciertas tensiones con las hegemonías instauradas del sector, porque conlleva una pérdida de soberanía sobre la construcción de significados y relatos, y consecuentemente, en la manera de influenciar en los comportamientos colectivos. Y además sería entender la cultura desde otro lugar, el menos instrumental, por lo que no siempre interesa alimentar esta particular forma de hacer. La Mediación Cultural plantea crear iniciativas bajo principios acordes al sentir contemporáneo y su particualr manera de generar significados: la escucha como actitud, la posibilidad como eje de acción, la co-creación como praxis, la re-apropiación como alimento, la réplica como estrategia de transformación.