Castilla y León sigue siendo una región en búsqueda de elementos de vertebración. El gran reto de la Autonomía de Castilla y León era fundir en una sola identidad regional las nueve provincias que no tenían tradición de vertebración unitaria. Durante estos treinta años, los de la España autonómica, Castilla y León ha sido una comunidad administrativa sustentada por una legalidad política a la que le ha faltado grados de legitimación social por parte de sus ciudadanos, y lo anteriormente expuesto si que es un problema, porque el cambio actitudinal de los castellanos y leoneses hacia una mentalidad regionalista, se tenía que haber realizado como la lluvia fina, cuajando poco a poco, que es como se modifican las actitudes.