Lejos de tener un principio mercantil, la moda marca el esplendor de la distinción, conforma las bases sociales del sentido social del gusto a lo largo de la historia hasta hoy día. Dota de poder a la originalidad y marca la delgada línea de la imitación. Acompaña a la historia de la humanidad en todos y cada uno de los procesos, pues no es casualidad que el auge de ciertas prendas textiles estén o no en nuestro guardarropa hasta la fecha. De igual forma cambia los gustos y las tendencias durante ciertos momentos y espacios sociales, conecta y configura señales de identidad y pertenencia. La potencia de este análisis reside en que explicita las relaciones y conformación de las reglas que configuran cada uno de los actos que son considerados como libres (música,artistas, programas de TV, nociones del amor, pareja, gustos, etc.) atraviesa la lógica social que determina la legitimidad de ciertas formas y el carácter de otras. De estas relaciones constituimos nuestro universo, en donde producimos, distribuimos y consumimos las creencias de valor en el mundo que nos rodea.