Considerando que este trabajo no está dedicado a conocer las mentalidades colectivas de la población, es necesario compartir lo asentado por Antonio Peñafiel donde apunta que hablar de muerte es hacerlo, además de la religiosidad y formas de vida de un pueblo, es intentar entender su peculiar idiosincrasia ante un principio en este caso un fin de carácter universal, que afecta por igual a unos y otros, y ante el cual hay que estar preparados , y aunque no siempre sucede, las creencias religiosas, los ritos de salvación y las actitudes sociales ante la muerte, pueden entreverse en las cláusulas de los testamentos. Las conductas miedos y deseos de salvación y algunas de las prácticas colectivas culturales y rituales exteriorizadas en el momento de la muerte, plasmadas en estas cláusulas, reflejan los sentimientos individuales y translucen las prácticas religiosas vividas en el instante crucial de la muerte. Recordemos que gran parte del mundo mental de la cotidianidad religiosa, seplasmaba y exteriorizaba bajo fórmulas estereotipadas en estas escrituras.