La relación entre música y filosofía ha estado presente en los pensadores desde la antigüedad clásica. En principio se reflexionó fundamentalmente en relación a las condiciones morales, éticas y educativas de la música, desprendiéndose de dichas reflexiones una serie de consideraciones filosóficas que van desde los mitos, pasando por los pitagóricos, Platón, Aristóteles, Kant, Schopenhauer hasta Nietzsche. Las observaciones éticas de los pensadores de la antigüedad van a transformarse en preocupaciones estéticas y ontológicas en los pensadores del romanticismo alemán. Esto será así de manera muy particular en Schopenhauer y en Nietzsche, para quienes la música tendrá un valor filosófico fundamental. Estas ideas tendrán una repercusión práctica inmediata en los presupuestos teóricos-musicales de compositores como Wagner quien encontrará en estos pensadores alemanes la justificación filosófica de su obra.