En México el estado de derecho ha sido comprometido varias veces por diversos problemas sociales, por sus propios líderes políticos y su pueblo, el derecho ha perseguido la legalidad más no la justicia. Ha sido el instrumento para numerosas injusticias, crímenes y desordenes sociales. El derecho hoy en día en México está muy alejado de la Congruencia y las Neurociencias. El Derecho mexicano, se basa en teorías meramente tradicionalistas de las humanidades, y hace caso omiso de la Neurociencia, castiga la conducta, no al individuo como tal, la falta de una ley en salud mental y el hacer de lo jurídico algo tradicional o bien un derecho viejo y arcaico que no se moderniza olvidándose de la Neurociencia así como de la Bioética, y mucho menos al Bioderecho son el cóctel perfecto para que conductas sociópatas se desarrollen en alto porcentaje, en la población del país.