En los últimos años el concepto de Opinión Pública ha sido puesto bajo múltiples tensiones, desde sus frecuentes fallidos en los resultados que arroja, hasta la nueva configuración e interrogantes que las Tic¿s plantean, al emerger plataformas donde se multiplican atomizados pareceres singulares, atravesados tangencialmente por enlaces y aglutinamiento diversos, bajo la lógica de dispositivos calificantes y diferenciadores, que encuentran sentido en los guarismos que arrojan los diferentes algoritmos. La Opinión Pública ha muerta se pregunta por el estado actual de la misma, sus posibles reconfiguraciones y la pregunta final, donde en su tesis última, buscará esclarecer de su existencia y los límites que en la actualidad enfrenta (si es que aún está allí).