El escrito que entrego, pretende mostrar la oración como un camino de retorno y encuentro con Dios Padre. El trabajo comienza presentando el misterio de Dios, Uno y Trino, como una comunidad de amor, que crea al ser humano a su imagen y semejanza para establecer con él un diálogo de amor.Este ser humano fue creado como varón y mujer para que pudiese constituir una comunión de personas, reflejo de la comunión de personas que se da en la Santísima Trinidad y ser así procreadores de la vida, reflejo de Dios Creador.Este proyecto de Dios se ve truncado por el pecado que rompe la relación entre Dios y el hombre. El demonio ha querido destruir el plan de Dios por medio de su asechanza.Dios Padre, que nunca nos abandona, ofrece a la humanidad restablecer el diálogo amoroso. Veremos cómo en el Antiguo Testamentose van abriendo caminos de encuentro a través del culto y de la oración. Este ofrecimiento llega a su máxima expresión con la encarnación de Hijo de Dios. Señalaremos, por tanto, algunas experiencias de plegaria tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
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