Puede ser orientador aquel que ofrezca ayuda profesional para el bienestar individual y social de los otros; pero nunca se podrá ser maestro si irremediablemente no se es un buen orientador. El libro que se presenta nace de las inquietudes profesionales acerca del proceso de orientación educativa y su incuestionable valor para la educación de la personalidad de las nuevas generaciones. Sus bases se nutren en la experiencia profesional del autor en el trabajo con adolescentes y en la formación de educadores para la formación integral de los adolescentes. La obra descansa en la visión de orientación desde la tendencia integrativa para lograr la inserción de la orientación en el proceso de enseñanza aprendizaje de las instituciones educativas y logra una propuesta en correspondencia con la realidad social en la que viven y se desarrollan los adolescentes. La concepción propuesta bien puede ser una contribución a la rica teoría de orientación educativa; pero más que ello, se pretendedespertar en los educadores y orientadores en general, el interés por asumir una función que le es inherente a su profesión para lograr la formación de adolescentes preparados para la convivencia social.