El simple hecho de nacer nos coloca de manera inexorable en la posición de tener que vivir ¿De qué voy a vivir? Nadie puede escapar al hecho de tener que tomar una decisión. ¿Qué voy a hacer en mi vida? No es necesario llegar a ser adulto para tener que enfrentar decisiones de este tipo pues, aunque los padres estén a cargo, los efectos repercuten en el alumno: qué tipo de escuela, qué tipo de formación, qué tipo de competencias, qué tipo de relaciones sociales. No es muy notoria la influencia que estas decisiones tienen en la vida pero está comprobado que la suma de ellas repercuten en el adulto que resultará. A veces esta decisión no es tan libre como es deseable, influyen factores externos como el ambiente, la geografía, la economía, la familia; o internos como la habilidad, la tenacidad, el prestigio etc. A veces tampoco esta decisión se hace con plena conciencia mas bien parecería que el río de la vida va llevando a las personas en situaciones que se involucran, con poca, nula o tardía conciencia como una forma de sobrevivencia.