Pakistán se ha enfrentado a la violenta amenaza de la militancia durante los últimos años. Sin embargo, la amenaza tomó impulso tras el incidente del 11-S. Pakistán en general y las FATA en particular se convirtieron en un epicentro para los grupos militantes islamistas. La política estatal de apoyo a algunos grupos militantes para la consecución de sus intereses geoestratégicos afectó negativamente al Estado y a la sociedad y disminuyó totalmente su credibilidad en la comunidad de naciones. En esta tesis, expliqué exhaustivamente los antecedentes históricos de la cultura militante que los responsables de la seguridad construyeron deliberadamente para sus objetivos de política exterior. Además, he explicado detalladamente los factores ambientales y los retos a los que se enfrenta Pakistán con sus implicaciones/ramificaciones. Por último, también se ofrecen conclusiones y recomendaciones. También presento las organizaciones militantes y sus frentes operativos para la causa del Estado.
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