La desaparición involuntaria de personas es una realidad dolorosa para muchas familias en el mundo y en nuestro país. Organismos internacionales se han ocupado del tema a través de declaraciones, convenios internacionales y promoviendo en los países la legislación sobre el delito de desaparición en todas sus modalidades. Las personas desaparecen de su entorno voluntariamente o involuntariamente. No se hace referencia aquí al extravío de personas por causas accidentales, de negligencia o de enfermedad. Cuando una persona desaparece en forma voluntaria no existe delito que perseguir en caso de los mayores de edad, en caso de los menores por lo general se debe a problemas de disfunción familiar por lo que habría que determinar la responsabilidad parental. El informe del Grupo de Trabajo sobre Desaparición Forzada e Involuntaria de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU concluye entre otras cosas que no existe en México una política integral que propicie la prevención, investigación, sanción del delito de desaparición forzada, la reparación a las víctimas y que evite la impunidad.