La presunción de peligrosidad es un juicio de valor realizado a una persona a quien debe presumirse inocente por no haber sido condenada mediante un juicio previo que asegure sus garantías en un derecho penal de acto y no de autor. Muchas veces se somete a medidas rigurosas de coerción, como ser la prisión preventiva, solo porque la persona parece ser peligrosa y culpable. El hecho de examinar la personalidad del sujeto sospechado, estigmatiza al enjuiciado, utilizando el instituto de la peligrosidad para brindar una justicia pública. La prisión preventiva, denota una gran potencialidad anticonstitucional y contradictoria de nuestras garantías constitucionales e internacionales con raigambre constitucional, a simple vista, es aplicada por considerar del juzgado una culpabilidad presunta, no pudiendo ser neutralizada de ningún otro modo más que con un encarcelamiento preventivo de quien es inocente hasta el momento.