Dada la complejidad del trabajo del profesor, hoy se manifiesta un alto interés en mejorar la formación docente. Sin embargo esta sigue poniendo énfasis en los ámbitos técnico, pedagógico y curricular, desatendiendo la dimensión humana-personal-relacional del profesor : el entramado de afectos, ansiedades, pasiones y conflictos que se movilizan en los espacios grupales que se ponen en escena en el acto educativo y, lo condicionan. Por esta razón, los profesores debieran conocer las dinámicas internas de los grupos pequeños y grandes y adquirir nuevos saberes para comprender las dificultades y oportunidades que se manifiestan en su interacción con los grupos, en clase y de profesores. Esta metodología "DISPOSITIVO GRUPAL" se basa en el aprendizaje a través de la experiencia, donde el estar y compartir con otros es materia de análisis y reflexión. Un espacio donde el docente puede tomar contacto con su realidad y la de los demás para pensarla, poder elaborarla y analizarla -con suspares-, gestionar capacidades propias, desarrollar otras nuevas y poder actuar así de manera más sana y efectiva en la realidad compleja del contexto escolar, aportando al mejoramiento institucional.