La política energética de Trump y sus impactos: después de su toma de posesión, Donald Trump propone las políticas energéticas prioritarias de Estados Unidos: (1) el desarrollo de las energías fósiles domésticas para asegurar la autonomía energética; (2) la ignorancia del cambio climático y la retirada del Acuerdo de París; y (3) imponer el Impuesto de Ajuste Fronterizo. Es tanto como lanzar una bomba que conmociona la situación energética mundial. ¿El suministro de petróleo está crucialmente relacionado con la seguridad energética nacional: el petróleo es el uso de energía más importante y la transacción comercial de energía representó dos tercios en el mundo. Como los propios EE.UU. tienen abundantes reservas de petróleo y gas, no es necesario el desarrollo de energías limpias, ya que llevaría a los EE.UU. a deteriorar la dependencia del petróleo importado y, a veces, a involucrarse en las disputas geopolíticas de ultramar. ¿US LNG Export - The Major Gamble in 21th Century: gracias al éxito de la revolución del petróleo y el gas de esquisto, Estados Unidos se ha convertido en un exportador neto de petróleo y gas natural. Sin embargo, el desarrollo de la industria de exportación de GNL (gas natural licuado) requiere costosas inversiones. El GNL carece de la ventaja del precio, en comparación con el gas de gasoducto. La exportación de GNL es una gran apuesta para la industria energética estadounidense.
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