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En 2012 la superficie forestada artificialmente de Uruguay se aproximó al millón de hectáreas, mientras que en 1985 no alcanzaba a las doscientas mil. Los cambios en el marco regulatorio del sector forestal aprobados a fines de 1987, constituyeron una pieza clave para impulsar la expansión de la masa boscosa y a partir de ella impulsar su industrialización, lo cual posibilitó una diversificación de la producción y de las exportaciones uruguayas. Sin embargo, en la actualidad, los acuerdos multilaterales en vigor imponen más limitaciones de las que estuvieron presentes cuando se diseñó y…mehr

Produktbeschreibung
En 2012 la superficie forestada artificialmente de Uruguay se aproximó al millón de hectáreas, mientras que en 1985 no alcanzaba a las doscientas mil. Los cambios en el marco regulatorio del sector forestal aprobados a fines de 1987, constituyeron una pieza clave para impulsar la expansión de la masa boscosa y a partir de ella impulsar su industrialización, lo cual posibilitó una diversificación de la producción y de las exportaciones uruguayas. Sin embargo, en la actualidad, los acuerdos multilaterales en vigor imponen más limitaciones de las que estuvieron presentes cuando se diseñó y comenzó a implementarse la política forestal uruguaya. Tomando en cuenta esa realidad, este trabajo identifica las flexibilidades de iure y de facto que en el marco del Acuerdo de Subvenciones y Medidas Compensatorias (ASMC) permitirían llevar a cabo una política industrial dirigida al desarrollo de nuevos sectores exportadores no agrícolas, utilizando los subsidios como uno de sus principales instrumentos.
Autorenporträt
Es Magíster en economía aplicada y en relaciones internacionales. Se desempeña como economista en la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) y fue Economista-Jefe de KPMG-Uruguay. Posee una amplia experiencia docente y ha dictado conferencias en diversos países de América Latina en temas de su especialidad.