El libro parte de un análisis diacrónico y diatópico de la evolución de la diglosia marroquí durante las dos últimas décadas basándose en dos trabajos de campo llevados a cabo por los autores antes y después del cambio de siglo, en Marruecos uno y entre la comunidad migrante en España, el otro. Estas dos etapas funcionan como dos imágenes especulares de signo inverso que hacen patente cómo la situación diglósica se hace cada día más fluida y el árabe hablado conquista progresivamente nuevas funciones antes reservadas a la lengua superestrática. Su expansión en el espacio público conduce, asimismo, a su reforzamiento simbólico que lo convierte en pilar de la identidad radial, dinámica, compleja e híbrida de la comunidad lingüística. El libro analiza las causas, los medios y las posibles consecuencias de tal transición y concluye con propuestas para la normalización, la codificación y una mayor visibilización de esta lengua que, sin renunciar a la riqueza del árabe clásico, conduzcan al equilibrio sociolingüístico.