Este trabajo narra la singular experiencia y el esfuerzo de un recién graduado psicólogo que dentro de un programa de Maestría en la UNAM se entrenó como psicoterapeuta de corte psicoanalítico. Aquí, se piensa el caso de una adolescente con una enorme incapacidad de pensar, lo que se ve reflejado en su tarea escolar y su apego a la madre. La angustia por el fracaso la paraliza, su poco control por su cuerpo la hace verse ajena a él y reconocer a su madre como dueña del mismo. Se presume ya dentro del análisis de una relación preedípica. El autor intenta mostrarnos las vicisitudes transferenciales y contratransferenciales que lo llevaron de ser psicólogo a psicoterapeuta, reflexionando y valorando su trabajo no sólo en lo clínico y académico, sino también en la supervisión y su trabajando en el diván. Las reflexiones teórico clínicas aquí presentadas son las herramientas con las que se contaban para resolver el caso. El trabajo clínico se realizó entre los años 1997 y 99. El trabajo teórico se finalizó en el año 2005. Esta obra es la tesis para defender el grado de maestro que dirigió la Dra. Bertha Blum. La supervisión clínica del caso estuvo a cargo de la Dra. Ana María Fabre.