Este texto nace en dos momentos fundamentales de mi vida, con mi tesis de maestría y en la pandemia del Covid - 19; ambos períodos que considero puntos de inflexión en mi carrera y praxis docente. Grandes retos se presentaron en ambos espacios de tiempo, fue entonces cuando decidí (momento 1) y reafirmé (momento 2), qué enseñar ciencias debía responder al contexto, pero, sobre todo, a mis estudiantes; era ahí cuando darle un toque multidisciplinario al aprendizaje iba a resultar significativo. He preparado este compendio de prácticas experimentales con materiales de la vida cotidiana para la enseñanza de la química, para colegas, padres, madres e instituciones que deseen enfocar el estudio de esta ciencia al aprender haciendo. Hacer ciencia es una realidad que esta al alcance de nuestra mano y que exige de quienes somos formadores un profundo compromiso, con nosotros mismos, con nuestros estudiantes y con la ciencia en si misma. Recuerdo con gran cariño a mis grandes formadores, ahora les entiendo, la pasión, el empeño, el empuje, y es que, entender el espacio que nos rodea, tanto como a nosotros mismos, es una bendición. Gracias totales.