Es nuestra intención en este trabajo mostrar la singular relación que hay entre la razón y la paradoja; relación que para el filósofo danés tiene el carácter de una relación amorosa, y que además define al mismo individuo. Dentro de este planteo nos proponemos comprender cuál es el carácter de la fe y del escándalo para Kierkegaard, y cómo éstos surgen del encuentro del Pensador con la Paradoja en el instante. Asimismo, evaluar cuáles son las posibles posturas del pensador frente a la Paradoja, y las consecuencias que estas conllevan en la ontología del individuo, y por ende en su destino y vivencia. Así, entendemos que la pregunta por la Paradoja no es una pregunta desinteresada, sino una pregunta personal y apasionada por la propia vida y destino. Por lo tanto, esta relación, así como la plantea el pensador danés, es una relación amorosa. De ahí que ponga en boca de Johannes Climacus, uno de sus pseudónimos, lo siguiente: "No hace falta pensar mal de la paradoja, porque la paradoja es la pasión del pensamiento y el pensador sin paradoja es como el amante sin pasión: un mediocre modelo". Esperando, así, que también los apasione, los invito a recorrer este camino existencial.