William James (1890) utiliza esta metáfora para referirse a la recuperación como proceso de búsqueda: Buscamos en nuestra memoria una idea olvidada de la misma manera que revolvemos nuestra casa buscando un objeto perdido. En ambos casos, visitamos lo que nos parece que es la vecindad probable de aquello que echamos de menos. Revolvemos aquellas cosas bajo las cuales, dentro de las cuales, o junto a las cuales posiblemente se puede hallar; y si está cerca de ellas, pronto aparece ante nuestra vista (p. 654).